Corría la década de los 60, cuando Marvel se decidió a publicar la historia de un superhéroe poco común. Nuestro protagonista no volaba, no tenía una fuerza sobrehumana ni corría a la velocidad del rayo. En aquel número 1 de la serie de cómics Daredevil, publicado en abril de 1964, nos encontrábamos con un ser humano corriente, nacido con cinco sentidos totalmente comunes, pero que, sin embargo, sufría la terrible pérdida tanto de su vista como de su familia. Ante tal adversidad, nuestro superhéroe resurgía de sus cenizas cual ave fénix. Al perder la vista, sus cuatro sentidos restantes se agudizaron, y gracias a su fuerza de voluntad y a un severo entrenamiento, terminó convirtiéndose en el personaje que todos conocemos: abogado por el día y vigilante por la noche. Nacían así el abogado de la cocina del infierno y el enmascarado que ponía freno a los avances de los criminales más peligrosos de Nueva York.
La serie de cómics continuó, pasando por los lápices de grandes guionistas y dibujantes. En la década de los 80, el personaje se oscureció, enfocándose hacia un público más adulto y transformándose en uno de los más populares de la casa de la mano de Frank Miller. Llega hasta nuestros días un Daredevil que reparte ostias como panes sin cortarse ni un pelo.
Tras varios intentos de llevar los cómics a la pequeña pantalla (se intentó dos veces, en 1975 y 1980), en 2013 se logró plasmar en una película los comienzos y obra del superhéroe de Marvel. La película, protagonizada por Ben Affleck y Jennifer Garner se convirtió en un sonoro batacazo. Con una más que aceptable recaudación el primer fin de semana de su estreno, las noticias de su mala calidad rodaron como el viento, convirtiéndola en una de las películas de Marvel con peor recaudación. Un Ben Affleck que no convenció en el papel y un guión demasiado romanticón lastraron la película hasta llevar al personaje a la lista negra de las películas de superhéroes.
El 10 de abril de 2015, Netflix estrenaba los 13 capítulos de una serie ambientada en el personaje, y que forma parte del proyecto audiovisual de Marvel. Más específicamente, la serie sobre Daredevil se complementará con otras tres dedicadas a los personajes de Jessica Jones, Iron Fist (Puño de hierro) y Luke Cage, que finalmente formarán equipo en la miniserie de Los Defensores.
En la serie de Netflix os encontraréis a un Daredevil más adulto y oscuro, más parecido al de los cómics, que difiere de otros estrenos recientes de superhéroes más ligeros, como The Flash. Sin llegar a ser tan violento como las etapas más oscuras del personaje, el personaje se aleja de la película, devolviéndonos la fe en la serie. Un protagonista mucho más creíble de lo que fuera Ben Affleck, y unos personajes secundarios sólidos, junto con una trama bien construida que se aleja de los sentimentalismos han dado un buen resultado que ha logrado muy buenas críticas tanto entre los amantes de los cómics como entre el público más generalista.
Y tu, ¿la has visto ya?, ¿te ha gustado? ¡esperamos tus comentarios!
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