Teníamos varios candidatos para nuestra última adquisición: Runebound (3º), Fury of Dracula 3º Edición, Legends of Andor y Robinson Crusoe: Aventuras en la Isla Maldita. ¡Por el título del post ya sabéis qué ha ocurrido!
¡Ah, terrible la vida llena de elecciones! Peeeero, después de haberlo adquirido (en inglés, aunque dentro de unos días estará también disponible en catellano) y haber echado unas partidas... ¡no podíamos estar más contentos!
Robinson Crusoe: Aventuras en la Isla Maldita es exactamente lo que esperábamos que fuese, cumple a la perfección con nuestras expectativas. Seguro que os ha pasado alguna vez que habéis comprado un nuevo juego de mesa y no ha resultado ser lo que habíais imaginado, ¿verdad?. Es algo común, ya que muchas veces no probamos los juegos antes de comprarlos y nos dejamos guiar por la información que podemos encontrar por internet o amigos que lo han probado. Hemos tenido suerte y, para nuestros gustos y necesidades varias, Robinson Crusoe cumple con sobresaliente.
Como esta no es una reseña, no nos vamos a centrar en explicar la parte aburrida (reglas), e iremos directamente a qué supone una partida y cómo se porta en la mesa de palets que tenemos en casa (estamos muy orgullosos de ella).
Somos náufragos recién llegados a una isla, en la cual nos enfrentaremos a diversas tesituras: sobrevivir al hambre y a las inclemencias del tiempo, al mismo tiempo que conseguimos el objetivo de cada escenario. En el juego básico vienen seis escenarios (creo que 7 en la edición en castellano, aunque nosotros también tenemos el King Kong de promo), cada cual más complicado que el anterior. Se juega entre 1-4 jugadores con personajes de diferentes clases. Así, el principal objetivo es sobrevivir, ya que al ser completamente cooperativo, con la muerte de un personaje todo el grupo pierde la partida. Tenemos que conseguir comida, montar un campamento, mejorar el tejado y sus murallas, explorar la isla, cazar bestias salvajes y construir elementos tan rudimentarios como cuerdas, cuchillos, zanjas, arcos, etc. Llegamos a la playa y no tenemos nada, lo primero es buscar comida para pasar la noche e ir pensando en construir un campamento. No obstante exploramos el perímetro de la playa y descubrimos nuevas zonas de la isla. Los náufragos encuentran algo que llevarse al estómago y una zona interior que podría ser buena para preparar un campamento. Tenemos que asegurarnos que obtendremos comida y madera habitualmente, pues necesitaremos el primer recurso para no morir de hambre y el segundo para mejorar el campamento e ir construyendo objetos útiles para la supervivencia. Nuestro objetivo en el primer escenario es construir una enorme pila de madera para llamar la atención de algún posible barco cercano, así que intentamos ponernos las pilas con el tema. Los jugadores descubren animales salvajes que merodean la zona y se aventuran a dar caza a alguno para obtener pieles y carne. A pesar de tener donde dormir, el tiempo no es bueno y comienzan las lluvias...
Estamos, por mucho que se quiera camuflar, ante un eurogame de toda la vida en la que priman dos mecánicas: colocación de trabajadores y resolución de cartas de eventos. El tema está ahí, pero requiere de cierto nivel de abstracción para no caer rápidamente en el olvido y fijarnos exclusivamente en el puzzle a resolver. El concepto está muy bien planteado y las mecánicas sirven al propósito. Por ejemplo, cuando realizamos acciones de exploración, construcción o recolección de recursos pueden ocurrir eventos, los cuales pueden volver más adelante con consecuencias importantes (normalmente negativas, pero que podremos paliar). Es decir, durante la recolección de comida puede picarnos una abeja, carta que mezclaremos con otro mazo del cual sustraemos una carta por turno. Esa carta volverá tarde o temprano, pero prestaremos atención a su segunda parte, la que nos dice que la picadura era venenosa y necesitamos una cura si no queremos perder puntos de vida.
Todo está entrelazado de manera muy lógica y extremadamente medido, es decir, el juego es complejo, y si el grupo consigue completar un escenario, lo habrá logrado por los pelos. Además hay formas de aumentar o disminuir la dificultad, con lo que siempre será un reto, y la cantidad y variedad de cartas disponibles hacen muy rejugables todos los escenarios.
Si lo que buscas es un juego de supervivencia, este es el juego si ninguna duda (me recuerda enormemente al juego de pc This war of Mine). También es tu juego si quieres un
juego de mesa cooperativo total. Los jugadores tendrán momentos muy difíciles para intentar sobrevivir en un lugar hostil y completar su objetivo, que puede ser acabar con una tribu de caníbales, rescatar a Jenny y construir una embarcación para escapar de la isla, encontrar los tesoros de las antiguas ruinas y templos o simplemente, no perecer, entre otros escenarios. Con respecto al efecto líder, éste se mostrará en el momento en el que haya un jugador mucho más experimentado que el resto, el cual puede llegar a tirar del grupo. Pero si más o menos todos los jugadores tienen una experiencia parecida en el juego, este efecto no debería mostrarse. ¡Simplemente hay demasiadas cosas a tener en cuenta! y cuantas más mentes pensantes mejor. Cada personaje tiene habilidades especiales que hace que cada jugar esté más atento a ciertas acciones o estrategias.
Robinson Crusoe es un juego que bombardea a los jugadores constantemente, muy duro y difícil. Realmente da la sensación de que la isla nos odia, y simula muy bien una situación real semejante con la cantidad de dificultades que se pueden encontrar. Mucho material de muy buena calidad (al menos la edición Z-Man Games) y escenarios muy rejugables. Por lo que parece además hay varios escenarios fan made de diferentes temáticas que están muy bien (Cthulhu, zombies, etc).
No nos explayaremos mucho y haremos una reseña más tarde, cuando tengamos más partidas encima. Pero sí podemos prever que éste va a ser uno de nuestros... ¡Top 5 juegos de mesa! Te absorbe completamente hasta el punto que realmente quieres escapar de esa isla como sea (¡aunque luego quieras volver a jugar!).
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¿Lo consideráis suficientemente temático? ¿Os parece que ayuda a meterse en la historia o como decis en la reseña suele ocurrir que te olvidas del pobre Robinson y te centras en puntos de vida y unidades de comida?
ResponderEliminarHola! Sin querer realmente afirmar que el tema se ausenta, en nuestras primeras partidas observamos como, efectivamente, los jugadores tienen que hacer un esfuerzo para no olvidar que son náufragos en una isla. El tema está ahí, en las cartas de eventos y en la ficha de aventura, pero los eventos son los mismos para todos los escenarios (aunque son muchas cartas y es difícil repetir, además las secuencias hacen que las partidas sean variadas). Pero estas cartas tienen muy poco texto, y aunque juegan con una mecánica de efecto-consecuencia, que está muy bien, no contribuyen como deberían.
EliminarEsto por ejemplo el Eldritch Horror lo suple añadiendo cartas de misterio e investigación propias para cada Primigenio. Yo hubiera hecho algo similar aquí, cartas que favorecen al tema y además a cada escenario en particular. Aún así, las mecánicas del Robinson me parecen bien implementadas y acordes a la temática del juego.
Quizá sea cuestión de aproximarse a él desde cierta perspectiva. Personalmente, lo consideraría un euro con componentes temáticos.