Hace ya muuucho tiempo, cuando todavía estábamos en tierras irlandesas, los chicos de Tortugames nos enviaron un prototipo de un juego de cartas que recordaréis (al menos aquellos que seguían el blog por aquel entonces); Gladiadores, el Ascenso de Roma.
Digo que es un juego ameno porque las reglas son sencillas y las partidas rápidas. Al comienzo, cada jugador comienza la partida con unos pocos edificios que nos conceden algunas ventajas tácticas, además de servir como alojamiento para nuestros gladiadores, que comienzan siendo dos aprendices. El objetivo del juego es ser el primer jugador que obtiene la gloria necesaria para ganar (o puntos de victoria), y la cual podremos fijar en función de lo larga que queramos sea la partida. Para obtener estos puntos nuestra escuela tendrá que retar, con uno de nuestros gladiadores, a un beligerante de otra escuela. El ganador del combate se hará con la gloria. En dichos combates puede suceder que ambos gladiadores vivan, aunque uno gane el combate, o que uno de los dos muera. De esa manera no siempre perderemos a los gladiadores cuando han luchado en un combate.
Además de servir para obtener puntos de gloria, los gladiadores también pueden servir para obtener monedas de oro (trabajando) e incluso construir nuevos edificios o derruir los antiguos (solamente se pueden tener en la mesa cinco edificios). La manera de obtener nuevos gladiadores es mediante una puja que inicia el jugador que ostente el turno actual. Éste sustraerá tres gladiadores del mazo de reserva y elegirá uno de ellos, por el cual pujarán, llevándoselo aquel que realice la mejor oferta. En este mazo encontramos gladiadores de muy diversas características, habilidades y procedencias.
El combate funciona de una manera muy sencilla. Existe un mazo de cartas que se componen de escudos, espadas y calaveras. Durante un combate entre dos gladiadores se sustraerá una carta de este mazo. Si se muestran espadas, se sumarán la cantidad de éstas a la fuerza del atacante y si son escudos, al defensor. Quien más fuerza obtenga será el vencedor, éste se llevará un punto de gloria y ambos gladiadores regresarán sanos y salvos de la arena a sus respectivas escuelas. Por último, en estas cartas puede aparecer también un símbolo con una calavera. Esto significa que el gladiador perdedor perece en su particular campo de batalla.
Hay varias novedades en esta nueva edición de Ludi Gladiatorii, y vienen en la forma de tres miniexpansiones incluidas en la caja del juego. En "Maestros de la Arena", por una parte, aparecen las fichas de favor del público. Cuando un gladiador gane un combate recibirá una de estas fichas (pero no podrá tener más de una). Al utilizar el favor del público en un combate podrán sustraer una carta de combate adicional. Con otras fichas podremos designar un campeón para nuestra escuela, el cual podrá sustraer puntos de gloria de otras escuelas. Por último, se incluyen nuevos gladiadores y edificios. Con "Quintus Ludus" se añaden cartas para un quinto jugador, y en "Historiae" se añaden 10 cartas de las cuales sustraeremos una cada turno. Estas cartas alteran las condiciones de la partida, de modo que éstas sean más diferentes unas de otras.
Hasta aquí sobre el juego. Casi se me olvida! también publicamos una entrevista a Tortugames que podéis leer si queréis saber algo más de los creadores del juego.
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