Anteriormente habíamos presentado una reseña de Gladiadores: el ascenso de Roma, y una entrevista con sus creadores, Tortugames. Ahora, después de unas cuantas partidas encima, estamos listos para mostraros cómo es una partida en detalle. Así pues, antes de seguir con este artículo, os recomendamos que leáis la reseña para tener una idea clara sobre el juego, al mismo tiempo que podéis conocer mejor a los creadores del juego en una entrevista a Tortugames que tuvimos la suerte de poder hacerles en La Tropa.
Gladiadores mete a cada jugador en el pellejo del dueño de una escuela de gladiadores que ha de rivalizar con la competencia por dinero y gloria. Para ello habrá de servirse de sus gladiadores,tantos de los novatos y recién llegados como de sus más veteranas glorias. Recordemos que tenemos que llegar a 10 puntos de victoria (que se obtienen ganando combates) para poder ganar.
En la partida, que jugamos entre tres jugadores, repartimos los edificios a cada jugador. Éstos determinarán el número de gladiadores que podemos tener en nuestra escuela, cuantos más edificios poseamos, más gladiadores podremos albergar (hasta un máximo de 5 edificios). Empezamos cada uno con tres edificios y dos gladiadores novatos. Estos tipos de sangre verde serán nuestros primeros hombres en la arena.
Aquí podéis ver algunos de los edificios que se pueden construir. Durante el turno de cada jugador, podemos utilizar a nuestros gladiadores principalmente para tres cosas: obtener dinero, construir y pelear en la arena (sangre, por favor).
Este es el gladiador Fenicio. Cómo veis, tiene tres atributos en la parte inferior. El primero es el ataque y es lo que determinará si ganamos el desafío al gladiador de otra escuela o no (más adelante veremos el combate). El segundo indica la cantidad de oro que obtenemos si ponemos al gladiador a trabajar, y el tercero es su capacidad de construcción. Durante nuestro turno, si queremos construir un edificio, tendremos que pagar su coste de construcción girando tantos gladiadores como sea necesario para pagar ese coste. Por ejemplo, si quiero construir una cantera (coste de construcción 2), tendré que girar mi Fenicio y un Novato (atributo de construcción 1), por ejemplo, y así sumar los dos que necesito. El oro lo emplearemos para, al final del turno, pujar por nuevos gladiadores.
Así pues, tenemos cada uno el setup inicial y 3 monedas de oro para empezar. Después de construir u obtener oro, iniciamos los combates (si se quiere), y el jugador que ostente el turno actual declara un atacante para desafiar al gladiador de otra escuela. Una vez se ha proclamado el desafío, se sustrae una carta del mazo de combate, que sumará puntos de ataque al atacante (espadas) o al defensor (escudos). Después del combate, el jugador en curso puede iniciar una subasta de gladiadores sustrayendo los tres primeros del mazo correspondiente y eligiendo a uno sólo para pujar por él. Así, los jugadores pujan y el que más esté dispuesto a pagar por el gladiador en cuestión se lo lleva para su escuela.
Así, terminamos el turno 1 sin combates (somos conservadores), pero con nuevos gladiadores tras haber obtenido dinero con nuestros novatos y haber pujado por nuevos "ejemplares". En el segundo turno las cosas empiezan ponerse tensas, se construye algún edificio y empiezan los desafíos, al mismo tiempo que los gladiadores más débiles trabajar para construir y para dar oro a la escuela.
Uno de los jugadores, durante la fase de puja, se ha hecho con un gladiador Nubio que, como podéis ver en la imagen de abajo, tiene una potencia de combate muy alta y no tiene rival entre los novatos de otras escuelas y el gladiador Fenicio que también se ha unido a la escuela de otro jugador. Así, el jugador que posee al Nubio, desafía al Fenicio para, si tiene suerte, poder matarlo en combate, con la consecuente gran pérdida para la escuela contrincante. El combate termina bien para el Nubio, que gana el combate a pesar de que la carta sustraída del mazo de combate suma un punto al ataque del defensor, 3 contra 2, el Nubio gana, pero nadie muere en el combate. Así, el jugador que posee al Nubio se suma 1 punto de victoria.
Uno de los edificios claves es la Cantera, que podéis ver abajo. Después de construir este edificio, podremos destruirlo durante nuestro turno para llevarnos por delante un edificio cualquiera de un oponente. De esa manera podremos destruir un edificio muy bueno que tenga otro oponente y que nos esté causando molestias, como el Taller.
Después del combate del Nubio, se producen otros dos combates entre novatos que se saldan con la muerte de uno en el segundo. Los turnos se suceden y se puede ver la evolución de las escuelas. Uno de los jugadores se lo ha montado bastante bien (el que posee al Fenicio) y ha obtenido una buena suma de dinero que emplea cada turno para conseguir mejores gladiadores, algunos muy buenos para la construcción y otros para combates. Conseguir al Fenicio en el primer turno fue sumamente importante, pues ese jugador estaba consiguiendo 3 monedas por turno sólo con él, que ha invertido en comprar buenos gladiadores después de que sus novatos construyeran más edificios. Posteriormente fue sustituyendo a los novatos con mejores gladiadores y ahora, que la partida está ya en el turno 6, tiene una buena escuela en todos los sentidos.
Otro de los jugadores le está haciendo competencia pues, aunque no puede generar tanto dinero como él, ha ganado bastantes combates desde el inicio de la partida (poseía un edificio que mejoraba el ataque de gladiadores novatos) y tiene bastantes puntos de victoria, además de un Galo con el que no duda en desafiar a cualquier gladiador oponente. Ha tenido suerte pues a veces, a pesar de tener un gladiador muy potente, puedes tener la mala suerte de que pierda un combate contra un gladiador inferior y morir. Sobretodo si tienes un Galo o un Hispano, querrás conservarlos cueste lo que cueste.
El tercer jugador no ha tenido muy buena suerte o no ha sabido gestionar bien el inicio de partida, pues ha perdido un novato inicialmente, y un Macedonio en el turno 5, de lo cual le ha costado recuperarse y ahora sólo posee dos novatos y un gladiador Cartaginés.
Es especialmente aconsejable, desde nuestro punto de vista, no lanzarse al combate al inicio de la partida pues eso, aunque pueda reportar uno o dos puntos de victoria al principio, te pondrá en desventaja a media partida, cuando los otros jugadores hayan construido varios edificios y tengan a varios buenos gladiadores listos para combatir. Eso sí, es bueno aprovechar esos iniciales novatos para probar algún combate si no tenemos nada que hacer con ellos en los primeros turnos. Por ejemplo, en una de las primeras fotos podéis ver el edificio "Foro". Con él ganamos una moneda al iniciar el primer combate de cada turno. Así, si tenemos un gladiador novato, podemos girarlo para obtener una moneda, o combatir con él para ganar la moneda gracias al Foro y además tener la posibilidad de conseguir puntos de victoria.
¿Qué ocurrió en el resto de la partida?. Ares debió de estar muy atento, pues bendijo al jugador que había estado iniciando combates desde casi el principio de la partida y, a pesar de que había un jugador en mesa con una escuela muy bien montada, no consiguió los 10 puntos de victoria antes que el anterior, que con su Galo y sus dos Nubios dominaba la arena, aunque terminó la partida con 7 puntos de victoria. El tercer jugador se quedó un poco a la zaga tras perder varios gladiadores y no ganar pujas clave con buenos gladiadores.
Muy buenas impresiones del juego que está por salir que, además de ser divertido, es para todos los públicos gracias a las sencillas y fluidas mecánicas de juego. ¡No dejéis de visitar Tortugames para conocer novedades o eventos en los que estén presentes!
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